Tengo hambre. Pero estoy deprimida; así que tengo y no tengo…
Cuando estoy a punto de ir a en busca de comida, siento que la profunda tristeza que llena mi corazón, se salta de repente a mi estómago, llenándolo también. Hasta el punto de hacerme vomitar las mariposas negras de alas rotas que dentro de mí han ido tomando forma. Verlas volar es la mayor puñalada.
Tengo miedos. Pero estoy deprimida; así que tengo y no. Lo tengo. Lo tengo. Lo tengo. Lo tengo? Lo siento?
No, aun mas allá. Me invade. Yo soy el miedo. Soy mis miedos.
Me pongo en posición de ataque, y abro mis alas (que nunca lo han sido y nunca lo serán); parpadeo tres veces y media, y salto queriendo atrapar mis mariposas para volver a tragármelas. Pero no lo logro…ya van demasiado lejos robándose mi olvido. Y me abandonan, me dejan sola, a mi suerte, tirada en el más despreciable rincón del olvido; con los párpados rotos de tanto soñar, con el corazón destruido por no saber amar.
eres un ángel.
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