Me despertó un sentimiento de soledad absoluta
Y cuando abrí mis ojos, descubrí que, mas que un sentimiento
Era mi nueva realidad.
Te fuiste, muy de madrugada,
Mas temprano que la luna.
Te fuiste entre mis sueños
Robándome la posibilidad de decir adiós.
Recorro una casa llena de vacíos
Que ya no es precisamente la mía.
Ya no escuchare tu radio encendido
Mientras leo mis viejos libros.
Ya no habrá nadie sentado en el sofá paralelo a la puerta
Cuando entre a reponerme de un pesado día.
Ni alguien que me sobe la cabeza como queriendo decir
Todo mejorará.
Nadie dirá buenos días, buenas noches
Ni tocara mi puerta al amanecer.
Ya nadie sonreirá para mí
Mucho menos hablara pretendiendo ser escuchado.
Escurro la melancolía de mis ojos,
Voy directo a tu habitación,
Te huelo, pero es solo tu aroma;
Me siento frente a tu espejo
Miro mi reflejo, pero no soy tu.
Me levanto, prendo el radio junto a tu cama
Y tomo uno de mis viejos libros…
Solo para sentir por unos instantes
Que no te has ido.